Situación:
Raquel, artista de collage, necesita un símbolo que identifique y represente su proyecto artístico y que, a su vez, le sirva para incluir en envíos de sus piezas. Tras darle varias vueltas, decide que lo más rentable para ella es pedírselo directamente a un profesional de confianza que sabe que no le va a cobrar ni un céntimo (no me atrevería después de la cantidad de extraescolares que llegué a hacer de pequeño).
Idea:
Tras insistir varias semanas en que ella me trajo al mundo y es mi deber encontrar un hueco para ayudarla con lo que sea que necesite, empezamos por conceptualizar su trabajo artístico y encontrar el nombre perfecto que comunique la visión de su proyecto. Así pues, cambiamos “Raquel Collage” por “Historias recortadas”.
Posteriormente, hemos dado forma a su nuevo logo, que parte de una estética impresa, como si se tratara de un sello, e incluye la herramienta principal y esencial del formato de sus piezas, las tijeras, que, además, son un calco de las que ella usa específicamente.
Historias recortadas es un proyecto artístico de Raquel Álvarez en el que se da una nueva vida a fotografías antiguas. Combinando imágenes de distintos tiempos, se crean collages mágicos que dotan a estas fotografías de una nueva esencia, una nueva voz, nuevas historias.
Este proyecto es una inspiración y referente para mí, por lo que le he dedicado siempre especial atención y cariño (más me vale), no solo por la apreciación de las piezas en sí sino por el compromiso personal con la artista (por si alguien no se ha dado cuenta de que compartimos apellido, sí, es mi madre).